Por: María Montero
Fishel Szlajen cuenta su experiencia como el primer rabino que integra la Pontificia Academia para la Vida.
El rabino
Fishel Szlajen, es director del Departamento de Cultura de la AMIA y fue
nombrado por el Papa Francisco como uno de los cinco miembros honorarios de la
Pontificia Academia para la Vida. Este organisnismo nuclea a 45 personalidades
destacadas en ciencias de 27 países distintos con el objetivo de defender la
vida y la dignidad de la persona a través del estudio de problemáticas humanas
desde la perspectiva de la bioética.
De larga trayectoria en el campo académico y científico, Szlajen es el primer
rabino invitado a formar parte de esta academia. Doctor en Filosofía, profesor
en universidades e instituciones educativas, con diversos libros y artículos
publicados, disertó en congresos y simposios logrando premios y distinciones
nacionales e internacionales. Habló con VR.
¿Cómo fue seleccionado para el cargo en la Pontificia Academia?
-Fueron seleccionadas 45 personalidades destacadas por sus logros académicos y
científicos vinculados a la bioética y su probada integridad profesional. Las
autoridades de la Academia estudian distintas trayectorias y seleccionan a los
postulantes para que luego el Papa designe a los integrantes. Sin un sistema de
aplicación personal para ser candidato, fue una grata sorpresa y un honor haber
sido reconocido a la par de premios Nobel y eminencias académicas de las
universidades más prestigiosas del mundo.
¿Cuál será la agenda de trabajo?
-Investigar interdisciplinariamente las problemáticas de la vida humana,
informando y difundiendo los resultados para defender y promover el valor de la
vida humana y la dignidad de la persona. Este mes tendremos intensas jornadas
de trabajo sobre medioambiente y generaciones futuras, incluyendo problemáticas
éticas de los avances científico-tecnológicos, la globalización y los cambios
culturales, económicos y sociales, pobreza y salud. Hay también tópicos de
agenda permanente en bioética global como el aborto, la eutanasia, donación y
trasplante de órganos, fertilización asistida, clonación, cui- dados
paliativos, robótica y genética.
¿Por qué cree que el Papa integró por primera vez a un rabino entre los
miembros de la Academia?
-El Papa Francisco tuvo en 2016 un gesto histórico al emitir nuevos estatutos
ampliando el alcance de la actividad e investigación de la Academia, nombrando
miembros a nuevos expertos tanto religiosos como seculares. En carácter de
rabino y doctor en Filosofía, desempeñándome como investigador y profesor en
filosofía judía aplicada, desarrollo una trayectoria académica desde hace más
de 10 años, con una centena de publicaciones, disertando en congresos y
simposios, logrando premios y distinciones nacionales e internacionales, por
los aportes desde la perspectiva judía para lidiar con las diversas
problemáticas en el campo de la bioética, ética, educación, medioambiente,
política, género y multiculturalismo. Esto, sumado al no haber antecedentes en
Argentina, pudo haber despertado el interés de la Academia y desde ya, del
Papa.
Hay temas que si bien existieron siempre, parecen estar más expuestos, como
el aborto y la muerte digna. ¿En qué consistirá su aporte?
Sobre ambos temas he publicado tratados, papers y artículos, donde contribuyo
desde el judaísmo, alcanzando el génesis y el denominador común de las
radicalizadas posturas en las que se enclavan estos debates. Mediante estas
investigaciones metodológicamente rigurosas, juicio crítico y manejo de fuentes
y erudición actualizada, genero objetivas conclusiones trascendiendo los
subjetivismos y asistiendo a la construcción de un ser humano con mayor
dignidad, una sociedad con mayor justicia y por ende un mejor mundo para todos.